Estos son los cinco consejos que hemos recopilado para el cuidado de la carrocería de tu vehículo:
- Lava el vehículo una vez al mes: un buen lavado elimina todos los restos de suciedad, muchos de los cuales pueden ser dañinos para la pintura: excrementos, alquitrán, sal, salpicaduras de aceite.
- Utiliza productos específicos de limpieza: limpiadores quita grasa son eficaces en un primer momento pero, a largo plazo, deterioran la pintura. Por eso, emplea siempre jabones específicos para la carrocería.
- Cambia la esponja por la microfibra: las esponjas acumulan suciedad en la superficie, por lo que al frotar provoca microrayaduras en la pintura. Para ello emplearemos guantes o bayetas de microfibras.
- Reblandece la suciedad: en el caso de los moquitos, el barro… cuando están secos son difíciles de quitar. Por ello realizaremos un lavado a presión para humedecerlos y así frotar las menos veces posibles.
- No secar el coche al aire: en los días de sol, las gotas de agua hacen efecto lupa que dañan la pintura. Es recomendable secarlo con una bayeta de microfibras para quitar los restos de cal de las gotas de agua.