¿Sabías que las baterías que no arrancan son una de las principales averías a la que se enfrentan los servicios de asistencia cuando llega el frío? Para que no te lleves sobresaltos, he aquí algunos apuntes para ser precavido.
Cuando llega el frío, el consumo eléctrico de nuestro automóvil aumenta: La luneta térmica, la calefacción... Esto provoca que el generador no consiga recargar la batería antes del siguiente viaje. Además, las bajas temperaturas provocan que los procesos químicos sean más lentos y, cuanto más viejas son, más potencia habrán perdido y más les costará arrancar de nuevo el coche.
Por eso, en primer lugar, lo mejor es que añadas la batería a la lista de componentes que revisar para pasar un invierno sin sobresaltos. Para ello utilizamos un comprobador electrónico de baterías para determinar cuál es la corriente máxima que la tuya es capaz de dar. Para el arranque en frío, esta corriente se tiene que mantener entre los 300 y los 920 amperios.
¿Qué batería elegir?
A la hora de elegir una batería, hay que tener en cuenta básicamente dos aspectos:
Por un lado, cuál es la potencia que va a necesitar tu coche -suele ser mayor en segmentos superiores, con más dispositivos que necesiten suministro eléctrico-; por otro, si tu vehículo incorpora mecanismo Start/Stop o no. Así, los principales fabricantes tienen líneas de producto separadas entre las baterías pensadas para vehículos con mecanismo de arranque y parada. Como los coches con este sistema tienen que volver a ponerse en marcha con más frecuencia, necesitan que su batería tenga una resistencia a los ciclos entre dos y cuatro vece superior y ofrezcan un mejor arranque en frío.
En Bosch, las series destinadas a vehículos sin Start/Stop son las S3, S4 y S5 -la S3 para vehículos pequeños o antiguos, la S4 vale para cualquier gama y la S5 está especificada para los vehículos más potentes y con más equipamiento que alimentar. Aprovecha el 20% de descuento que hacemos hasta agotar existencias.